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Marked by gestural and abstract strokes, Manuel Guerra’s latest series of drawings reflect his ongoing commitment to pushing the boundaries of his artistic practice. In describing his drawing process, Guerra writes, “The velocity of my materials has to ignite a conflict with what my rational thought would do.” With an improvised process, Guerra’s drawings develop into dynamic interplays of bold gestures, colliding layers, and graphic motifs. Each drawing differs visually, yet they share the same spontaneity through the gestural application of paint, ink, and graphite. Dynamic layers of line and form blur the clarity of images that play with juxtaposition, such as a female figure placed beside an insect. Rendered in a sketchbook page-like manner, these drawings evoke the act of remembering, revealing themselves through spontaneous montage. From a certain distance, forms emerge with clarity, only to dissolve as the viewer moves closer to the works. Guerra believes that, within this context, his drawings are completed only once they reach the perception of the observer. These works are not depictions but rather recollections: compositions shaped by the unreliable contours of memory.
Guerra draws inspiration from everything that surrounds him, particularly places, people, and events that are intertwined with his memories. As such, his works hold an autobiographical narrative. The gestural approach derives from the ideals of wabi-sabi, a Japanese philosophy that finds beauty in imperfection, impermanence, and simplicity. Guerra implements the aesthetics of wabi-sabi in his drawings by welcoming the unresolved. In accepting the imperfect and unfinished within his drawings, Guerra challenges his impulse to make his works representational. As if in constant conflict with his artistic abilities and limits, Guerra deliberately pushes himself into discomfort, never settling for mere satisfaction.
Licenciatura en Bellas Artes (grabado y dibujo), The University of Texas at El Paso
Maestría en Bellas Artes (grabado y dibujo), University of Albany – State University of New York
Marcada por trazos gestuales y abstractos, la más reciente serie de dibujos de Manuel Guerra refleja su compromiso constante con expandir los límites de su práctica artística. Al describir su proceso de dibujo, Guerra escribe: “La velocidad de mis materiales tiene que encender un conflicto con lo que haría mi pensamiento racional.” Con un proceso improvisado, los dibujos de Guerra se desarrollan en dinámicos entrejuegos de gestos audaces, capas que colisionan y motivos gráficos. Cada dibujo difiere visualmente, pero comparten la misma espontaneidad a través de la aplicación gestual de pintura, tinta y grafito. Capas dinámicas de línea y forma difuminan la claridad de imágenes que juegan con la yuxtaposición, como la figura femenina colocada al lado de un insecto. Ejecutados con un carácter similar al de páginas de cuaderno de bocetos, estos dibujos evocan el acto de recordar, revelándose a través de un montaje espontáneo. Desde cierta distancia, las formas emergen con claridad, solo para disolverse cuando el espectador se acerca a las obras. Guerra considera que, en este contexto, sus dibujos se completan únicamente cuando alcanzan la percepción del observador. Estas obras no son representaciones, sino evocaciones: composiciones moldeadas por los contornos poco confiables de la memoria.
Guerra se inspira en todo lo que lo rodea, en particular en lugares, personas y acontecimientos entrelazados con sus memorias. De esta manera, sus obras contienen una narrativa autobiográfica. Su enfoque gestual proviene de los ideales del wabi-sabi, una filosofía japonesa que encuentra belleza en la imperfección, la impermanencia y la sencillez. Guerra incorpora la estética del wabi-sabi en sus dibujos al dar la bienvenida a lo irresuelto. Al aceptar lo imperfecto y lo inacabado dentro de sus trabajos, desafía su impulso de hacerlos representacionales. Como si estuviera en un conflicto constante con sus propias habilidades y límites artísticos, Guerra se empuja deliberadamente hacia la incomodidad, sin conformarse nunca con una mera satisfacción.